La Revolución de la "sé"

- "¿Almasén es con "sé" de casa o con "sé"?"-

Una pregunta habitual en estos tiempos, una simple pregunta con multitud de respuestas, cada una de ellas buena para su momento y contexto. Obviamente a quién me lo ha preguntado le he dado la mejor respuesta adecuandola al contexto escolar; pero al replantearse esa duda en mi mente, adquiría nuevas dimensiones...

Era evidente que además de la "c" de "cordón" teniamos la "sé" de "casa" y la "sé" de saber. Pero ello hacía que la "sé" de casa, diferente de la "sé" de saber, podría mezclarse y dar a luz a "sordón", una palabra joven que dio origen al reino de los "sordones" que oprimían pies porque no oían los gritos libertarios de sus encarcelados. Hacían oidos "cordos" a las llamadas libertarias que provenían, de entre los barrotes, del interior de los zapatos.

No contenta con eso, la "sé", omnipresente en nuestros días, fue capaz de darle cabida al "saber" creando así el "caber", para que las "sapato-sarseles" tuvieran más "sabida" en su interior y pudieran entrar nuevas formas de opresión y un número mayor de oprimidos pies. Desde aquel día, el saber, benerado hasta ese momento por todas las personas, se convirtió en continente privado y no okupable por el resto del pueblo. Por tanto, una máxima que había logrado la abolición de la esclavitud en sus tiempos y la superación de las clases en los posteriores, había creado ahora una nueva clasificación entorno al receptáculo que mantenía oprimidos a los piés del mundo.

Así la "sé", conocedora de su "capacidad", "capasidad" o "sapacidad", tras llenar de pies prisioneros los "sapatos" anudados por "sordones" que no oían los gritos de los cautivos piés, empezaron una encrucijada "sonvirtiendo" las "c" de casa y las "K" en "sé"... la "sé" nos había invadido, unificado y uniformado, había transformado la regla de la tirana RAE... pero... el cambio que pareció revolucionario se convirtió en una nueva regla y un nuevo motivo de revolución contra ella.