Una despedida emotiva, nunca es un "adios", sino un "hasta pronto"

A veces la vida

y otras, la sonrisa...

Me descubre nuevos sitos y momentos emotivos.

Personas interesantes de miradas penetrantes;

lugares paradisiacos y momentos excitantes.

Todos, momentos eternos, eternidades efimeras...

ante mi desaparecen cual espejismos fugaces

que tan solo puedo mantener en el recuerdo

cuando pienso y sonrio, como tú ahora haces.

Durante estos días,

con suma alegría,

en tu cara una sonrisa

dibujarse vería.

Ahora, un recuerdo más aflora en mi mente,

como no podía ser de otra forma

me ha encantado conocerte.

Me apena que te vayas, me apena que te hayas ido,

pero aunque no nos volvieramos a ver,

nunca caerías en mi olvido.