2008/05/13

Carta a Nuestras Abuelas

Nosotras, las que vimos la Republica; nosotras, que vivimos el alzamiento y la dictadura. Nosotras, personas todas de entre veinte y treinta años, que mediante los ojos de nuestr@s abuel@s, vimos, sentimos, y padecimos a Franco, su política y su genocidio. Nosotras que hoy en día recordamos aquellos gestos de dolor y horror de personas que amamos y murieron en manos de un Dictador, aquellas que nos contaban las hermosas historias de su juventud, entristecidos rostros que se veían obligados a contarnos la juventud robada por culpa de un infame tapujo, tenemos que seguir manteniendo firme el recuerdo de lo previo al fascismo, del fascismo en sí, y de lo que nunca deberá volver a repetirse.

Todavía hoy sentimos nauseas al levantarnos de la cama y ver que quedan personas de aquel régimen que de manera impune pasean a sus anchas, personas que pese al rechazo popular no han sido juzgadas ni condenadas, personas que además, insisten en hablarnos de conductas morales. ¿Qué moralidad hay en apoyar una dictadura? Nosotras os repudiamos, sois fuente de nuestra fuerza para levantarnos cada mañana con aun más ganas de derrocar al régimen vigente que, aun hoy, trata de hacer la vida imposible a quienes queremos vivir en libertad.

Nosotras que, entre pesadillas, nos despertamos viendo como nuestro abuelo fue bajado de un furgón, maniatado, y tras pegarle un tiro en la nuca fue abandonado en la fosa común de una carretera entre dos pueblos, manifestamos nuestra intención de mantener vivo su recuerdo. Por defender la republica muchas personas fueron asesinadas, por defender sus valores humilladas y perseguidas, por explicar sus opiniones linchadas. Trataremos de que su esfuerzo no sea en vano,
defenderemos los valores de la libertad.

Pero nosotras somos conscientes de que el recuerdo, pese a que es importante saber porque se lucha, no es la meta. Por eso, trataremos de que La Tercera sea la definitiva. Esperamos que los valores progresistas de años atrás y la tradición progresistas de estos, puedan ser un lugar de convivencia para todas las personas que hoy, por miedo, se retraen de experimentar dicha vida. No nos parece mal que esas personas no vivan como a algunas nos gustaría vivir la nuestra, pero por favor, déjennos vivir nuestro ocio, nuestra sexualidad, nuestras creencia s, nuestr@s amig@s como nos apetezca. No tratéis de cohibir nuestra libertad. No queremos vivir sintiéndonos observadas, perseguidas, agredidas,... Queremos ser nosotras.

Nosotras les recordamos, y a vosotros, fascistas, no os damos la espalda. No trataremos de imponernos por las armas, tal y como vosotros hicisteis, no trataremos de convencer mediante lavados de cerebro, como tratasteis de hacer mediante la jerarquía eclesiástica. Pero veréis como logramos hacer comprender a las personas que nos rodean que otra forma de vida y pensamiento es posible, admisible y positiva.

Abuel@s, os recordamos, no os olvidaremos jamás, nos enseñasteis a amar a la izquierda, a la republica y a abrazar los valores progresistas. Vosotras fuisteis nuestro ejemplo, ahora ha llegado
nuestra hora, tenemos edad, capacidad y ganas. Vosotras la defendisteis, nosotras la reconstruiremos.

Un Enorme Beso.
(este texto lo escribí el 29 de septiembre del 2006, pero me apetecía traeroslo)

No hay comentarios: