En los tiempos que corren, en los que la escuela cada vez adquiere mayor responsabilidad educativa, tiene que integrar más areas de conocimiento, nuevas tecnologías, valores, adquisición de capacidades; tiempos en los que cada vez le restan desde los gobiernos más y más tiempo a la Educación Física. Tiempos en los que los recortes de personal y recursos afectan, directamente, a la labor docente de profesoras que parecen estar aisladas del resto de la sociedad, incomprendidas en su cansancio, en su responsabilidad, en los límites de su labor y la de las progenitoras de las que educan. En estos tiempos, todavía cabe preguntarse:
¿Qué haceis las Profesoras de Educación Física?
Estudiando para las oposiciones, en un momento de estres en el que, después de 10 años, volví a calzarme las playeras y salí a correr creí entendeer cual es la función de las Profesoras de Educación Física.
Curriculos, Programaciones y Unidades Didácticas aparte; dejando a un lado contenidos, objetivos generales especificos y operativos y demás tecnicismos a un lado... cual era el valor real que podía añadir una profesora a la vida de sus alumnas preparandolas para tiempos que nadie ha vivido por ser aun futuros.
Correr es lo que tiene, vas más rápido que los que andan, y recordando juegos infantiles me di cuenta que el patrón común de ellos era algoq ue yo llevaba un par de años tratando de erradicar de mis clases...
Me imagino que todas, alguna vez, habremos jugado juegos de pulso, habremos echado carreras, habremos apostado "a ver quien levanta", "a ver quien lanza"... Bueno, el ejemplo que voy a utilizar es el que se me pasó a mi por la cabeza:
El juego de "mirarnos y quien cierre los ojos pierde". Dos personas que mantienen sus ojos abiertos y que cuando una de ellas cierra los ojos convierte a la otra automáticamente en ganadora. Resulta que había visto este juego el día anterior entre una madre y un niño, dejandole ganar al niño todas las veces. Resultaba motivante para el niño porque ganaba y en ello parecía tener el reconocimiento y el premio (un beso) de la madre.
Lo juegos mencionados anteriormente tienen esa misma característica, podemos perder por falta de desarrollo de alguna capacidad física básica o porque alguien nos deje ganar; pero sin embargo, quien pierde, salvo que lo haga de modo consciente (lo cual no es muy justo a mi entender porque tampoco permite al perdedor reconocer realmente los límites ni ampliar sus destrezas), tiene el doble castigo de perder y de verse limitado en sus propias capacidades. Teniendo en cuenta el valor en la sociedad actual del ganar, el doble castigo resulta un tanto traumático y, en cuanto a valores, no da valor salvo a la competitividad.
Por tanto, volviendo al "que cierre los ojos primero, pierde" y cambiando una sola cosa "quien cierre primero los ojos gana"; habremos cambiado sustancialmente el juego. Tiene el peligro de convertirse en aburrido, porque podemos convertirlo en un parpadeo no sabiendo ni quien gana ni quien pierde, lo cual ridiculizaría la idead e ganar o perder. Pero, tambien podemos verlo de otro modo, ambas personas se esfuerzan en mantener los ojos abiertos, intentan superar sus propios limites y, alguien, por la sequedad de sus ojos y la tension ocular, acaba cerrandolos primero. Pero no pasa nada, nada frustrante al menos, porque pese a que sus capacidades son menores ha ganado.
Desde la perspectiva social en la que estamos inmersas puede sonar un tanto absurdo y, habrá quien juzgue que así tampoco trataremos de superar nuestros limites y, por tanto, quedaría en la misma inoperancia que comentabamos en un principio. Pero, no es cierto del todo, puesto que en el campo de los valores acabamos de erradicar la competitividad, no importa ahora quien gana o pierde, importa la honestidad de tratar de tener los ojos abiertos más que la otra persona, pese a que se pierda; superando en cada "competición", en cada juego, nuestros propios límites. haciendo una evolución personal, sin estar preocupándonos todo el tiempo de que las personas que nos rodean sean mejores o peores. En ese valor, en la honestidad y reciprocidad de las condiciones cambiadas de la competición ordinaria, se halla el principio de la empatía y el afán de la superación propia, el respeto por los propios límites y, por tanto, el respeto a los límites de las demás.
Explicación resumida para la Cultura de Masas:
Si el Barça, trata de meter cuantos más goles mejor, hacer jugadas bonitas,de meter más goles aun a pesar de saber, que haciendolo pierde; gana el espectáculo en lo honroso del esfuerzo, en la falta de sentido de la picaresca. Pues si por picaresca metiese menos goles (se dejasen meter goles siendo mejores y pudiendolo evitar) pierde el apoyo social del arte de hacerlo bien.
Conclusión:
El verdadero reto de la Profesora de E.F está en cambiar o crear nuevas mentalidades que den pie a desarrollar capacidades individuales y afán de superación propio, de modo que esas capacidades individuales sean transferibles y sumativas a las capacidades colectivas, sintiendo la persona que su valor está en la posibilidad de dar más al grupo valorando y reconociendo sus propias capacidades y limitaciones e intentando superarse para la superación conjunta; obviando por tanto el resultado, pues el fin es el medio.
En las clases de E.F, por tanto, el fin sería el juego que, a su vez, es el medio. Es un medio con fin en si mismo, el que da la posibilidad de mejorar individualmente a poco que cambiemos la perspectiva actual binomial de ganador/perdedor, que da lugar a comparativas y, por tanto, a escalas que siempre segregan a una parte, y siendo la cooparticipación y la autosuperación sin comparativa externa, la que prima. Y sin comparativa externa, superar los límites de cada una no reviste dificultad alguna, con lo que no crea frustración ninguna.
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