2008/10/17

"[Un Padre] es detenido al tratar de vender a sus hijas por 30.000 euros" titula la noticia...

En una sociedad donde prácticamente cada día nos vemos obligadas a consumir algún producto de necesidad o no, donde cada vez nos aburrimos antes de lo que poseemos y necesitamos sustituirlo por la última novedad, en una sociedad, neoliberal, en definitiva, nos extraña leer, camino del trabajo en el autobús de linea, una noticia que titula: "Detenido cuando trataba de vender a sus hijas por 30.000 euros". Nos llevamos las manos a la cabeza y pensamos "que grandisimo cabrón", pero ¿por qué?

Miro a mi alrededor y pienso en que cualquiera se desprendería de cualquier posesión que le pagasen bien. Sobre todo, cuando no hace falta o no se quiere. Es más, muchas cosas, incluso que aun están en buen estado de uso, se acaban tirando por aburrimiento. Entonces, por qué ha de extrañarnos tanto el hecho de que un progenitor venda algo que, probablemente, no desee seguir teniendo o que, incluso, por el motivo que sea, (seguramente económico) no pueda seguir costeando si es lo que hacemos con el resto de cosas que guardamos en la residencia de cada cual.

No entiendo la exaltación de la gente ante estos casos cuando yo daría cualquier cosa que no pudiera mantener a alguien que la quisiera, siempre que asumiese la responsabilidad que conlleva. ¿no es acaso una mayor irresponsabilidad el mantener a dos hijas en la indigencia, sin posibilidades de estudio, amplitud de vivencias fuera de la pobreza, etc? Y, porqué, si el estado no se hace cargo de las personas cuando no tienen posibilidad de subsistir, o si no se limita la natalidad a quienes puedan darles unas condiciones dignas. Es decir, ¿por qué si no se mantiene una actitud fascista en el control de la natalidad se ejerce fascistamente en el control de la compra/venta de seres humanos? ¿Sería diferente si se regalasen para que nadie pensase que es por animo de lucro? Al no tener ánimo de lucro y ceder una hija a unas personas que, probablemente no puedan tenerla biológicamente y estén en largos procesos de adopción, ¿Considerariamos esta accción una obra de caridad? ¿podría, ese nucleo que cede un bien a otro que no puede tenerlo de otra manera, ser considerado una ONG? ¿por qué no?

Como se ve, me asaltan las dudas ante las actitudes moralistas que no encuentro explicación sin entrar al campo de la especulación, el prejuicio de que la persona que fuera a comprar esas pequeñas fuera una traficante de órganos, por lo que podríamos prejuzgar injusta la acción de la persona vendedora o cesora. O, que pudiera ser una persona dedicada al proxonetismo y fuera a explotar a esas menores sexualmente para lucro personal...

El problema, básico, es que cuando prejuzgamos siempre lo hacemos pensando mal del resto. no prjuzgamos que ese padre o madre que pueda estar vendiendo o cediendo a sus hijos/as lo esté haciendo con "toda" la responsabilidad de haber buscado una unidad convivencial donde poder darles mayores posibilidades evolutivas a éstas.

La moral lo abarca todo... Pensemos, analicemos, entonces, nuestras reacciones ante las cosas que más evidentes nos parecían... ¿no es, acaso, esa moral la que invade nuestras pesadillas? ¿No es el cuidado y, por ende, "la feminidad" lo único inmutable y, por tanto, no vendible?

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