2009/02/09

¿Pasar el Tiempo o Tener Momentos de Calidad?

Nuestra cultura nos ha enseñado a vivir pasando el tiempo. Pasar mucho tiempo se considera bueno y, las puntualidades efímeras, malo. Siempre en ese tedioso binomio que todo lo cubre... De este mismo modo, tener una vida longeva es considerado lo deseable frente a una vida corta; al igual que una relación interpersonal larga es síntoma de "estar haciendo las cosas bien", frente a las relaciones esporádicas, o a las que duraron no mucho porque no tenían porqué durar más.

Los tiempos se han acortado, pese a que hoy día vivamos más años, pasemos más horas frente al televisor o en la cama, los tiempos interpersonales se han ido acortando. La infancia no aguanta más de media hora haciendo una misma actividad, las jóvenes no aguantan más de dos semanas en una relación con una persona, las adultas no aguantan la temporalidad efímera de las jóvenes y el corte intergeneracional en cuanto a los tempos crece a media que subimos en edad y costumbres del pasado.

Pero no son los tiempos lo único que ha ido evolucionando hacia la inmediatez; no. También los gustos, los deseos, etc. Claro que, tampoco es casual, pues van unidos a la amplia oferta de venta de deseos que vemos en los escaparates de cualquier ciudad. Deseos, gustos y tiempos que nos unen o desunen a otras personas...

La gente no se junta porque le guste viajar, por ejemplo. Sino que se junta con gente que le gusta viajar de un modo concreto, en unos tiempos concretos. La gente no se junta con quien le gustan "los temas sociales y la alterglobalización"; no. Se junta con la gente que defiende o representa una idea concreta, sin que, en muchos casos, se preocupen por el resto de movimientos sociales, que en mayor o menor medida, suelen tener relación de cambio. El mundo, la historia, nos ha ido especializando... antes "cualquiera" sabía "un poco de todo", eso que llamaban cultura general. Ahora, cada cual, habla de lo suyo y hablar de algún tema en el que no estás "especializado" es, casi casi, una intromisión y muestra de ignorancia. Ni opinar nos dejamos.

Han cambiado, las costumbres, temporales y no. Y, esto, crea conflictos, en las relaciones interpersonales. Yo ayer mismo me di cuenta que creaba malestar en las relaciones interpersonales entre personas que no comparten espacios o tiempos de continuo porque tienen vidas muy diferentes: Diferentes modos de organización del ocio, de ambiciones sociales, políticas o pesonales. Personas diferentes, vamos.Y, llegamos al punto de siempre, el irresoluble punto de la heterogeneidad y la diferencia y el respeto a ésta. ¿por qué si unas personas quieren compartir algo, un tiempo o un espacio, tiene que ser un tiempo "suficientemente largo" como para que este sea considerado de calidad relacional?

Es decir, si dos personas (en este caso han sido dos...) que les gustaba su vida antes de conocerse llegan a conocerse, atraerse, etc. y eso hace que quieran compartir espacios y/o tiempos sin renunciar a lo que, con anterioridad, conocían y gustaban disfrutar; no entiendo porqué motivo han de seguir pensnado en cambiar a la otra persona o cambiar sus propias vidas para poder estar más tiempo con la otra persona; sobre todo si para ello han de renucniar a tiempos con otras personas que dsfrutaban o en otros quehaceres que también gozaban. ¿Por qué nos restamos tiempos para darselo a algo que suponemos que ha de prevalecer al resto? ¿Por qué ese concepto de "más tiempo" (cantidad) se antepone a buenos ratos (calidad)? ¿Por qué tantas parejas y matrimonios acaban pasando todo el día juntos, toda la vida pegados sin que sus gestos reflejen emotividad alguna en todo ese tiempo? ¿Por qué motivo tengo que pasar un día y una noche horrenda con este pajeo mental?
Y, por último, si es verdad que somos todos aquellos momentos que somos capaces de recordar ¿por qué no son esos mismos momentos a los que les damos una mayor validez en el día a día?

No hay comentarios: