2010/03/15

El Exilio de "Los Pobres" de su Patria

Me ha tocado, por nacimiento y causas agenas a mi, vivir en una país con sus fronteras políticas, legales, y sus fronteras ideológico-culturales, alegales. Un país con un fuerte sentimiento patriótico. Bueno, más exacto sería hablar de diversos sentimientos patrióticos, dependiendo la procedencia geográfica y cultural que haya tocado a cada cual. Como decía, por causas y circunstancias agenas a mi, pero he llegado a entender, gracias a esto, lo que representa y proyecta esto en la vida de las personas que de una u otra patria se sienten.

Por otro lado, he ido aprendiendo, seguramente en parte inducido, en parte por mis propias deducciones y conclusiones, las cosas que me han ido pareciendo sugerentes, curiosas. Y, por lo general, la curiosidad me ha parecido siempre una fuerza contagiosa, un sentimiento, que me gustaría transmitir. Supongo que desde los primeros libros que empecé a leer por propia decisión, sobre el comunismo y el anarquismo, sobre su historía y fundamentos. Pasando por las teorías feministas que me llevaron a conclusiones y lecturas queer. Y, aderezado todo, con la curiosidad y motivación comunicacional que he observado siempre en mi, he acabado leyendo a Paulo Freire. Éste, en una ejemplificación del poder ideológico dominante, utilizando una anécdota sobre una mujer blanca en San francisco, a la que le preguntó si era norteamericana, ésta le respondió que "no, era pobre"; hablando de la pobreza como patria, se desproveía de ciudadanía, me ha sugerido algo... tampoco sé si sabría explicarlo, supongo que para poder entender en mi lo que me sugirió y ordenar, así, las ideas, es por lo que me he sentado frente al ordenador.

El capitalismo, como sistema de organización mundial, desde luego, llevaba años sin parecerme un ejemplo que seguir; pero entenderlo hoy como un sentimiento de patria me ha llegado al alma. No tanto por la crudeza del modus vivendi de la persona exiliada del modelo organizativo, sino como sentimiento de exilio en sí, sin posibilidad de retorno debido a un bucle interminable entre "sentimiento de inferioridad, económica y social, que te lleva a la sensacion de exilio del sistema" y "categorización social de la situación de desprovisión de status y economía que impide que abandones ese sentimiento". Es decir, quien no tiene nada pensando que las cosas no pueden ser de otra manera (a lo que alude P. Freire en "a la sombra de este arbol"), no visualiza la posibilidad de cambio, con lo que se cree en un enclave inferior al resto, por siempre jamás. Pero, al saberse exiliado de un sistema que exige exito para mantenerte en él con algún status, quiere volver, incluso, sabiendo que ese sistema es el mismo sistema injusto que ha posibilitado dejarlo fuera y que, por tanto, sabe que siempre dejará a gente fuera. Justamente, porque la gente no le importa nada; es un sistema carente de sentimiento. Sin embargo, añora volver, incluso, "sabiendose" incapaz de hacer algo por cambiar su situación económica que, proporcionaría status y, probablemente, un sentimiento de logro y utilidad que desvanecería el sentimiento que le abocaba al fracaso.
Alguna vez, personas con las que he hablado, me han dicho que en Euskal Herria no había pobres, "verdaderos pobres", de los que creo que muchas veces nos olvidamos. No voy a discutir ahora si los hay o no, ni que serían "los de verdad". Simplemente, creo que en un lugar con dos sentimientos patrióticos tan enfrentados como el Español y el Euskaldun, sabiendo por tanto lo que es y representa ese sentimiento; creo que sería interesante repetir esa pregunta que hizo Paulo a aquella mujer, a varias personas que pudiesemos encontrar en nuestras calles, cualquier día, mientras vamos de un lado a otro. Podriamos preguntarselo también a varias personas que, sin vivir en la mendicidad durmiendo en las calles, no dejasen de vivir en la pobreza, como es el caso de tantas personas que han migrado en busca de un lugar desde donde poder mandar dinero a su "otra patria". ¿Cuanta de esa gente respondería sinceramente a un sentimiento de nacinalidad española o euskaldun? ¿Por qué habrían tener otro estatus sintiendose algo que no entrase en esa bipolaridad?

Me da la sensación que el concepto de patria, así como su sentimiento, no deja de ser un sentimiento de añoranza de algo que nunca se pudo tener, algo que por no poderse tener, sintiendolo, no deja de ser injusto; siendo una injusticia no tenerlo y, siendo injusto, a su vez, si otra persona tiene que dejar de serlo. Lo que quiero decir es que, si no es justo para quien tiene que dejar de ser euskaldun por estar Euskal Herria entre los límites de ese país y los de Francia, perteneciendo "legalmente" a ambos paises, cuando su cultura y sentimiento para con ambos paises no son iguales. Pero también es injusto para quien pudiera sentirse español tener que renunciar a s sentimiento por vivir en donde, circunstancialmente, le haya colocado la vida. Lo mismo que lo sería para una persona de Venezuela, Guinea o Marruecos que están viviendo, siendo educadas y relacionandose con nosotras, por las circunstancias que sean que les hayan hecho parar en nuestro territorio cultural.

Pero es, sobre todo, injusto para las personas más desfavorecidas económica y socialmente, que quienes más dinero podamos tener y viviendo más comodamente, tratemos de hacer suyas una preocupaciones patrióticas que no asumen como suyas, porque su patria se encuentra en el límite del capitalismo, patria de la que han sido exiliadas sin atisbo de posibilidad de retorno.

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