2008/04/02

La Sexualidad en la Escuela

Si la sexualidad fuese parte intrínseca de nuestras vidas no sería necesario darle cabida lectiva expresa en la escuela, porque tendría presencia implícita en todas y cada una de las actividades que en ella se desarrollasen, siendo, por tanto, un contenido más dentro de cualquier asignatura, actividad o acontecimiento.

Sin embargo, lo fuertemente estigmatizado que se mantiene el sexo y toda perspectiva de sexualidad en la calle, hace que las actitudes erotofílicas y los valores empáticos queden en palabras vacías de contenido, creándonos una necesidad. La necesidad de que un aspecto de nuestra naturaleza existencial nos tenga que ser enseñado.

No obstante, esta necesidad puede crearnos un conflicto o problema en sí, fuera parte de la estigmatización social que sufren estos temas en la calle. Es la problemática de querer atajar problemas sociales desde la educación, obviando que ciertos temas, los cuales siguen socialmente tabuizados, no pueden ni quieren ser tratados por personas que se dedican a la docencia pero que fueron educadas en una moral arcaica. Una moral que mantiene sus lenguas mutiladas al tratar de abrir una institución a los tiempos que corren, para atajar así la problemática existencial de las relaciones humanas, descompuestas por la falta de comunicación interpersonal, por la falta de actitudes empáticas que se diluyen en la enseñanza con valores cristianos fundamentados en el perdón, por la falta de actitudes asertivas en personas que no saben valorar lo que tienen ni a quien tienen en frente, por el vacío creado a causa de la imposibilidad de hablar de temas sexuales, fomentando valores erotofóbicos.

Llegan nuevos términos a manos de personas que se les exige que sepan adaptarlos a sus curriculums, a sus clases, sin haberles explicado la diferencia conceptual que conllevan en sí, con los valores cristianos que fueron enseñados hace años en las mismas instituciones donde recibieron educación y hoy la profieren. Existen diferencias palpables entre aquellas ideas y las que hoy se tratan vanamente de impulsar. Perdonar se refiere a exculpar de una acción que socialmente se repudia una vez que esa acción ha sido llevada a cabo, pero sin enseñar a la autora a enfrentarse a los sentimientos que infieren en la persona coaccionando su vida y exigiéndole, además, que aprenda a perdonar. La empatía es justamente lo contrario, saliéndose del salmo, crea en la persona un valor de reciprocidad por el cual la persona no debería pedir perdón, pues no incurriría en acciones que ella misma no quisiese para sí, pues desarrollaría la capacidad empática de observar la acción desde el punto de vista de la persona sobre la que recae, pudiendo experimentar, mediante ella, el sentimiento de angustia o placer que pueda recibir de cada una de sus propias acciones. Por otro lado, cuando hablamos de la asertividad o de los valores erotofílicos en los que se sustenta, no estamos hablando de “asentividad”, es decir, no hablamos de que hombres y mujeres aprendan a decir sí a las relaciones sexuales explícitas que se les proponen a lo largo de la vida, sino que se les está enseñando a discernir entre unas y otras proposiciones, entre una tipología de personas y otras, entre intenciones, etc. Cuando hablamos de asertividad, se está hablando de fomentar la capacidad crítica de éstas que están siendo educadas, para evitarles futuras decisiones basadas en la negligencia de sus educadoras, por no querer, no saber o no querer saber educar en valores positivos que generasen en su momento personalidades capacitadas.
Por todo esto, como ya decía al principio, “si la sexualidad fuese parte intrínseca de nuestras vidas no sería necesario darle cabida lectiva expresa en la escuela”, pero ante la estigmatización que tiene en esta sociedad que dice querer acabar con los maltratos, las agresiones sexuales, etc. sin tener en cuenta el problema de raíz, no podemos tener una actitud pasiva. Deberíamos plantar cara a nuestros miedos, a una sociedad estigmatizada y a los valores paternalistas y de perdón en que fuimos adoctrinadas, para generar así, de ahora en adelante, valores erotofílicos en los que basar nuestras y sus futuras relaciones sociales.

1 comentario:

Anónimo dijo...

sinceramente he abierto la pagina porke me llamaba la atencion pero no me he leido absolutamenye nada porke m aburre el tema